Absurdo: Apple demanda a David Copperfield por usar la palabra «magia»

Absurdo: Apple demanda a David Copperfield por usar la palabra "magia" 3

Seguimos con la apasionante série Demandas absurdas en un mundo absurdo, con algo que el mago David Copperfield se enfrenta, y que lo suyo sería que lo hiciera desaparecer, aunque parece que no será fácil.

Copperfield ha sido demandado por Apple por usar la palabra magia con el fin de promocionar sus espectaculos. La baza de los de Cupertino es que «Copperfield cruzó la línea cuando empezó a usar la palabra magia. Eso es territorio de Apple. Hay un montón de otras palabras para elegir en este contexto» es decir, que se invita a Copperfield a utilizar otros conceptos para describir magia si decir directamente magia junto a un reclamo de 4,2 millones de dólares por daños punitivos. «David Copperfield tiene todo el derecho para entretener, pero no tiene derecho a confundir. A la vista del público, la magia es igual a Apple. Copperfield diluye la marca Apple y los beneficios por el uso de un activo de Apple.»

La cosa llega hasta el punto de que algunas asociaciones de este gremio del espectáculo ya están dejando de usar la palabra de la discordia por miedo a los de la manzana. Y mientras, Copperfield se va al bando más sencillo: «Soy un mago. Hago magia. Fin de la historia».

Esta es parte de la heréncia mundial que nos deja el iPad de Apple, el «mágico y revolucionario» producto; de ahí la trifulca. Si a cada calificativo que la compañía le da a sus productos nadie puede usarlos para sus propios fines, más de uno tendrá un problema. Por esta misma regla de tres, una empresa de automóviles podría demandar a toda la competencia por utilizar la palabra coche. Y el señor Zara, a todas las marcas de ropa por usar la palabra jersey. Y voy yo, monto un restaurante, y ataco a todos los restaurantes del mundo porque se llaman igual que la marca de mi propiedad. Y ojo, que la mala no es precisamente Apple, sino la supuesta persona que permitió registrar a Apple como propietaria de semejante barbaridad, si es que Apple es propietaria de la palabra «magia».

¿A que parece absurdo? Pues bien; PepsiCo es propietaria de el color azul Pepsi que incluyó en su imagen de marca hace algunos años. Y Nestlé es propietaria de la palabra felicidad. Y mientras en algunos países es legítimo y legal utilizar el mismo nombre para diferentes empresas y productos, siempre que pertenezcan a diferentes ramas de negocio, parece que estamos en la antesala de un berenjenal del que nadie saldrá airoso.

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