Unos lo llaman fallos, y otros lo llama era previsible. Sea como sea, las primeras impresiones de los usuarios iniciales del iPad 3G están arrojando unos datos y experiencias que no terminan de gustar del todo, y a pesar de que -insistimos- muchos no dudan en calificarlo de algo normal, la situación nos lleva a pensar que es lo que hay, al menos, en Estados Unidos, lo que no implica que pueda suceder lo mismo en el resto del mundo, aunque es bastante probable.
Las primeras pruebas no muestran indicios de que sea algo pasajero a la espera de que las cosas se asienten pues estamos ante un estreno, lo que puede indicar que no habrá cambios al respecto en el futuro. Por otra parte es posible que cada operadora puede buscarse la vida para dar más y mejor que la competencia, aunque es pronto para aventurarse más en este terreno. En cualquier caso, el dulce estreno del iPad 3G tiene algunos puntos amargos por culpa de la conectividad 3G…
Cuando se desveló el iPad nadie de Apple habló de calidad de reproducción de vídeo cuando esta se ciñe a la conectividad. Si bien la reproducción en local o por Wi-Fi casi siempre está ligada a la calidad de la conversión, y esta suele ser más que satisfactoria, muchos esperaban lo mismo cuando se realiza vía streaming. Pues no.
Si bien a muchos les sorprende que algunos servicios de streaming listos para iPad no funcionen, otros apuntan que haya un conflicto de intereses entre las cadenas de televisión (como la CBS) y las operadoras. No sería nada sorprendente que algunas cadenas haya optado por el si vas a mostrarlo mal, no lo muestres o bien que las operadoras no puedan satisfacer la calidad exigida por dichas aplicaciones, aunque esta haya sido pactada previamente. El resultado final de cara al usuario es simple: si quieres ver esto, tira de Wi-Fi…
Si nos centramos en los vídeos que sí puede mostrar el iPad, la conclusión es más triste todavía. La reproducción de vídeo en streaming del iPad 3G es nefasta, visualmente hablando, si se compara con la reproducción en local o por Wi-Fi. La realidad técnica en el iPad 3G es que todo lo que se muestra es reescalado, y teniendo en cuenta el tamaño de la pantalla, la calidad visual es bastante mala comparada con la local, al margen de si hay el logotipo de HD o no. Eso se demuestra cuando se visualiza cualquier metraje de YouTube: la calidad es siempre la misma («mala») al margen de la calidad con la que se anuncia el vídeo en cuestión.
Nada mejor que un par de capturas para entender a qué nos referimos. La siguiente muestra un fotograma de un vídeo visualizado vía Wi-Fi…
… mientras que la siguiente forma parte del mismo vídeo, si este se visualiza mediante streaming en 3G….
Las teorías que circulan sobre el porqué ocurre esto no se han hecho esperar. Hay quien habla de un pacto secreto con el que se ha llegado a un acuerdo entre calidad y rendimiento por parte del aparato, sin que a las operadoras les cueste un esfuerzo a nivel de redes evitando la saturación y garantizando a la vez una fluidez de datos constante. Y es que si observamos las primeras pruebas de velocidad de flujo de datos -al margen del uso de estos-, parece que quedan pocas dudas al respecto…
No debemos olvidar un punto crucial en toda esta historia. Y es que la única operadora que se podría entender como oficial es AT&T, la cual viene en parte pre-configurada por defecto en el iPad 3G en las preferencias. La operadora ha sido puesta contra las cuerdas en varias ocasiones por la saturación que sufren sus redes, saturación que siempre ha sido negada por la compañía, frente a la opinión frontalmente opuesta de los usuarios, de iPhone casi siempre.
La cuestión está en que, teniendo en cuenta que la red de AT&T es la más grande de Estados Unidos, contaría con la teórica ventaja de poder ofrecer más y mejor que la competencia pero por contra, la tecnología 3G y las limitaciones del iPad 3G serían las mismas en todos los casos, y es aquí donde el pacto secreto que comentamos antes vuelve a convertirse en una posibilidad.
Con unos simples toques es posible cambiar las preferencias de red de AT&T por las de otra operadora, aunque debemos tener una tarjeta de la otra operadora, evidentemente, más otras, digamos, modificaciones. Técnicamente es posible insertar una tarjeta SIM recortada físicamente para que haga las veces de Micro-SIM, y el resultado, al menos en Estados Unidos, es que el iPad 3G funciona también con T-Mobile, por si alguno no casa con AT&T. La cosa es que el iPad parece que solamente es compatible con la banda 3G de AT&T, pero traga con la EDGE de T-Mobile, y además es posible mandar mensajes de texto SMS, algo que el plan de datos de AT&T no permite. Así pues, podría vaticinarse un plan de datos de T-Mobile a menor velocidad pero con más funciones, y posiblemente a un menor precio que el de AT&T.
Las cosas en España podrían ser bastante diferentes, ya que todas puede ofertar planes de datos para iPad, y todas ofrecen conectividad 3G. A partir de aquí no es soprendente que todas ya hayan anunciado que venderán planes de datos para el dispositivo, aunque eso sí, habrá que ver hacia donde van los tiros en todos los casos.