Hace ya algún tiempo que dos clientes discapacitados presentaron una demanda contra Apple porque en la tienda de San Francisco de la compañía había algunas de las denominadas barreras arquitectónicas. Con el tiempo los abogados de ambos clientes se unieron para hacer presión en la demanda; recientemente los letrados han llegado a un acuerdo con Apple, y la compañía, además de sufragar los costes del proceso, se ha comprometido a facilitar el acceso a este colectivo, a pesar de que siempre ha negado que las barreras arquitectónicas en las tiendas no son tales.
La demanda se centró alrededor de los clientes que deben usar silla de ruedas, los cuales no pueden acceder a los botones de los ascensores de los recintos, que los mostradores y productos les quedan muy por encima de sus cabezas, y que no hay espacio físico para ubicar las sillas si desean, por ejemplo, estar unos minutos en una zona sin entorpecer en paso de los demás clientes.
No deja de ser curioso que este asunto trascienda en un momento en que ya se sabe oficialmente que las tiendas físicas de Apple van a sufrir una remodelación. Como tampoco deja de ser curioso que se facilite el acceso a este segmento de la población cuando según la compañía ya estaba facilitado. Y es que por muy loable que sea la iniciativa de Apple, en tiempos de crisis, cualquier segmento de clientes potenciales es poco.
Vía | IfoAppleStore