Cuidado, porque una cosa es que Adobe instase a que se investigase a Apple, y otra muy diferente es que se queje de lo que está haciendo Apple.
Por un lado, tenemos que Adobe se fue a «explicar la jugada» en plan yo solo lo sigo, eh? Y por otra, tenemos una adverténcia que en su momento pasó muy desapercibida, debido a que en muy pocos días de diferéncia, la compañía responsable de Flash tiró la toalla al respecto.
Se ha hecho público en las últimas horas que fué Adobe quien presentó una queja ante las autoridades antimonopolio, según fuentes muy cercanas al caso. La información ha sido publicada también, citando otras fuentes, por otros medios estadounidenses.
La cara de este asunto es que la base de la queja de Adobe se sienta en que Apple está dificultando la competencia impidiendo a los programadores que usen productos de Adobe para crear aplicaciones para la plataforma iPhone OS. Esta base de la queja ha sido descrita literalmente por fuentes anónimas de la propia Adobe. Fue la propia compañía la que estaba pensando en plantar batalla legal contra los de Cupertino en este sentido, aunque nunca se pronunció oficialmente al respecto, ni a favor, ni en contra.
La cruz de la situación es que no hay investigación formal abierta por ahora, y si la hubiera, las autoridades no saben qué organismo debería estar al frente.
Lo mejor de este culebrón es que Adobe podría haber intentado evitar el enfrentarse directamente a Apple, buscando la complicidad de una autoridad mayor para que, en caso de sentencia favorable para la propietaria de Flash, se pudiera apuntar a los organismos reguladores como los que han puesto paz en todo el tema. De esta forma se podría decir que Adobe nunca atacó a Apple ante los reguladores, sino que los reguladores forzaron a Apple a acoger a Flash en su plataforma en favor de la competencia. Pasa, que a partir de ahora puede que Adobe quede como el llorón que se agarró a las faldas de papá.
De todas formas, sigo pensando que si Steve Jobs hubiera dicho internamente que no aceptamos ninguna aplicación que derive de Flash, y esta particularidad jamás se hubiera puesto por escrito en el contrato para desarrolladores, el problema con Adobe no hubiera llegado hasta aquí. Apple raras veces da explicaciones sobre el porqué rechaza una u otra app para su plataforma, y se podría sacar de la manga mil excusas para seguir en la misma línea como hasta ahora.
Personalmente creo que Adobe cada vez lo tiene más crudo para salirse con la suya. Y menos, si pretende casarse a la fuerza con Apple.
