Apple, uno de los gigantes indiscutibles del sector tecnológico, atraviesa en este inicio de 2025 uno de sus momentos más delicados en los mercados financieros. Desde su pico de casi 260 dólares por acción alcanzado en diciembre de 2024, el valor de sus títulos ha descendido por debajo de los 190 dólares, lo que supone una caída superior al 20 % y una pérdida de capitalización de más de 600.000 millones de dólares. ¿Qué ha pasado con la empresa más valiosa del mundo?
La respuesta está en un nombre: Donald Trump. El expresidente ha desatado una nueva ola de tensiones comerciales con China, impulsando una agresiva política arancelaria que afecta directamente al núcleo de la cadena de producción de Apple.
Aranceles del 54 %: el talón de Aquiles de Apple
La política de aranceles del 54 % anunciada por Trump sobre los productos importados desde China ha supuesto un durísimo golpe para Apple, que fabrica más del 90 % de sus dispositivos en territorio chino. Aunque la empresa lleva años diversificando su producción hacia India y Vietnam, la dependencia de China sigue siendo altísima.
El impacto económico de estos aranceles podría suponer un aumento de costes para Apple de entre 8.000 y 8.500 millones de dólares al año, según estimaciones de analistas de Bloomberg y Reuters. Esto ha sembrado el miedo entre los inversores: si Apple absorbe los costes, sus márgenes se reducirán drásticamente; si los traslada al consumidor, las ventas podrían caer. En ambos escenarios, los beneficios se verían afectados.
China responde: represalias y aranceles cruzados
A la política estadounidense se suma la respuesta china. El gobierno de Pekín ha anunciado aranceles del 34 % a productos estadounidenses, así como restricciones a las exportaciones de tierras raras, esenciales para la producción de semiconductores, baterías y componentes electrónicos. Este escenario tensiona aún más las relaciones comerciales y coloca a Apple —con fuerte exposición en ambos mercados— en el epicentro del conflicto.
En paralelo, los rumores sobre una potencial exclusión de dispositivos Apple de ciertas administraciones públicas chinas vuelven a aparecer, reviviendo viejos fantasmas que ya afectaron a la compañía en 2019.
Resultados financieros: sólidos, pero ensombrecidos
Pese al contexto turbulento, los resultados del primer trimestre fiscal de 2025 han sido positivos:
- Ingresos totales: 124.300 millones de dólares (+4 % interanual)
- Beneficio por acción: 2,40 dólares (+10 %)
- Servicios: 26.340 millones de dólares (+14 %), compensando la desaceleración en hardware
Apple sigue mostrando músculo financiero, con una gran capacidad de generación de caja y márgenes saludables. Su división de servicios —que incluye App Store, iCloud, Apple TV+ y Apple Music— continúa creciendo y diversificando el negocio más allá del iPhone.
¿Oportunidad de compra?
Históricamente, las grandes caídas de Apple en bolsa han sido seguidas por recuperaciones notables. Desde la crisis de 2008, pasando por la pandemia en 2020 o la caída del 10 % en 2019 tras debilidad en China, Apple ha demostrado una enorme resiliencia.
Muchos analistas ven en este desplome una posible oportunidad de entrada para inversores a largo plazo. El consenso de mercado recogido por Investing.com y Refinitiv sitúa el precio objetivo medio de la acción en torno a 236 dólares para finales de 2025, lo que implicaría un potencial de revalorización superior al 20 %.
A favor:
- Apple mantiene márgenes superiores al 40 % en muchos productos
- Su ecosistema de servicios fideliza a más de 1.500 millones de dispositivos activos
- Las futuras novedades de iOS 19, la gama iPhone 17 y avances en inteligencia artificial (Apple Intelligence) podrían impulsar la marca en la segunda mitad del año
En contra:
- La incertidumbre sobre los aranceles y la guerra comercial puede prolongarse
- Una desaceleración del consumo global afectaría a sus principales líneas de negocio
- Todavía no hay señales de un acuerdo comercial que alivie la tensión entre EE. UU. y China
¿Qué hacer si ya tienes acciones?
Los analistas recomiendan mantener en carteras de largo plazo, especialmente si se adquirieron antes del rally de 2023-2024. Para quienes estén fuera del valor, puede ser prudente esperar a ver cómo evoluciona la situación comercial durante el mes de abril y si hay acercamientos entre gobiernos.
Conclusión
Apple se enfrenta en 2025 a un desafío de gran calado. No por debilidad de producto ni por falta de innovación, sino por factores geopolíticos externos. La caída de sus acciones refleja un ajuste del mercado a un escenario más hostil para las tecnológicas globales.
Pero si la historia sirve de guía, Apple ha salido reforzada de cada crisis. Sus fundamentos siguen sólidos, su base de clientes es leal, y sus planes de innovación continúan a pleno ritmo. La clave, como siempre en bolsa, será el horizonte de inversión y la tolerancia al riesgo. Porque, como dijo Warren Buffett, “el mejor momento para comprar es cuando todos tienen miedo”.