Lo primero que he pensado al ver este vídeo es que tal vez la pasión de estos usuarios por el iPhone se deba en gran parte a la proximidad de la festividad de Halloween, en la que muchos usuarios, en mayor parte estadounidenses, se vestirán con sus mejores galas durante unas horas. Pero cuando he recordado que Halloween tiene una gran connotación terrorífica, me he dado cuenta que lo realmente terrorífico en este caso es el importe que han tenido que desembolsar estos usuarios para poder colgarse una ventana para ser auténticos iPhone. Un importe muy probablemente terrorífico, sin duda alguna.
