Este titular es un rumor que está corriendo por la red como la pólvora; cuando se confirma por varias fuentes de Telefónica Movistar, la cosa se torna mas seria, por llamarlo de algún modo, a pesar de que no deja de ser un rumor. Pero mirando objetivamente la situación tiene toda su lógica, desde el punto de vista de la operadora.
Al parecer Telefónica Movistar no tiene la intención de ofrecer ningún tipo de trato especial a los actuales poseedores de un iPhone 3G que quieran adquirir el nuevo iPhone 3G S; no habrá cambios, ni descuentos, ni promociones, ni nada similar. Lo único que cuenta es que hay un contrato y una permanencia por parte de los actuales poseedores de un iPhone, sin que esto influya de ninguna forma en el nuevo modelo que será lanzado la semana que viene.
Es decir; la operadora se dedica a ganar dinero, y todos los clientes que ya tiene están -y/o estamos- sujetos a un contrato que debemos cumplir porque así lo establecimos y aceptamos. Punto. Lo que a la operadora le interesa es captar nuevos clientes y mejor aún, quitar clientes a la competencia. Ahí es donde puede que saquemos algo de beneficio a todo este asunto: migrando de compañía para tener un precio mejor del terminal.
La única posibilidad que por ahora se mantiene intacta es la de AT&T en Estados Unidos, y que pasa por finalizar anticipadamente el contrato del iPhone 3G y luego comprar el iPhone 3G S con un contrato, plan de voz y datos y permanencia totalmente nuevos. Esta opción sale, de media, entre 400 y 500 $ para los modelos de 16GB y 32GB respectivamente, porque además del nuevo terminal se paga una penalización de unos 200 $ por finalización anticipada de contrato. Plan B: darte de alta con un nuevo número y mantener 2 contratos a la vez. En cualquier caso se trata de dos opciones económicamente poco asumibles por el usuario de a pie.
En su momento ya lo dije; creo que esta es la mejor opción, al menos en España. Como mínimo es menos sangrante que lo que circula en otros países.