Verizon y Google han anunciado que algunos terminales no especificados de la operadora van tener Android en sus entrañas. De esta forma, nace una alianza que, por un lado, podría disminuir las posibilidades de que la operadora se alíe con Apple para distribuir el iPhone, zanjando los rumores que surgieron en primavera, y de paso, se enturbian un poco más, si cabe, las relaciones entre Google y Apple.
Era evidente que Google primaría su propio sistema operativo para móviles por encima de casarse con quien es competencia. Lo que ya no tengo demasiado claro es cómo podría afectar al mercado a corto plazo el hecho de que Verizon haya rechazado, finalmente, unirse a Apple. Claro que, evidentemente, yo podría estar equivocado y en este competitivo mundo se aceptan bigamias comerciales, quien sabe.